La mitología griega está formada por
un conjunto de leyendas que provienen de la religión de esta antigua
civilización del Mediterráneo oriental. Los griegos, aunque no practicasen la
religión, conocían estas historias, las cuales formaban parte de su acervo
cultural.
Los dioses del panteón griego
adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual
que los hombres, los dioses eran impredecibles, por eso unas veces tenían un
estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se
alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos
no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.
Dicha mitología, en su periodo más importante, se desarrolló
en el siglo VIII a. C. Tiene varios rasgos distintivos, como por ejemplo, los
dioses se parecen exteriormente a los seres humanos y revelan, al igual que
ellos, sentimientos. Los griegos creían que los dioses habían elegido el monte
Olimpo, en una región de Grecia llamada Tesalia, como su residencia. En el
Olimpo, los dioses formaban una sociedad organizada en términos de autoridad y
poderes, se movían con total libertad y formaban tres grupos que controlaban
sendos poderes: el cielo o firmamento, el mar y la tierra.
La mitología griega ha ejercido una amplia influencia sobre
la cultura, el arte y la literatura de la civilización occidental y sigue siendo parte del
patrimonio y lenguaje cultural occidentales. Poetas y artistas han hallado
inspiración en ella desde las épocas antiguas hasta la actualidad y han
descubierto significado y relevancia contemporáneos en los temas mitológicos
clásicos
Los relatos míticos juegan un papel importante en casi todos los géneros de
la literatura griega. A pesar de ello, el único manual general mitográfico
conservado de la antigüedad griega fue la Biblioteca mitológica de Pseudo-Apolodoro. Esta obra intenta reconciliar las
historias contradictorias de los poetas y proporciona un gran resumen de la
mitología tradicional griega y las leyendas heroicas. Apolodoro vivió entre c. 180–120 a. C. y escribió sobre muchos
de estos temas, pero sin embargo la Biblioteca discute sucesos que
tuvieron lugar mucho después de su muerte, y de ahí el nombre Pseudo-Apolodoro.
Entre las fuentes literarias más antiguas están los dos poemas épicos de Homero, la Ilíada
y la Odisea. Otros poetas completaron el «ciclo épico», pero estos
poemas menores posteriores se han perdido casi en su totalidad. Aparte de su
nombre tradicional, los himnos homéricos no tienen relación directa con
Homero. Son himnos corales de la parte más antigua de la llamada época lírica. Hesíodo,
un posible contemporáneo de Homero, ofrece en su Teogonía
(‘Origen de los dioses’) el relato más completo de los primeros mitos griegos,
tratando de la creación del mundo, el origen de los dioses, los Titanes y los Gigantes
El logro
de la poesía épica fue crear ciclos históricos, y como resultado desarrollar un
sentido de cronología mitológica. De esta forma la mitología griega se
despliega como una fase del desarrollo del mundo y el hombre.16
Aunque las autocontradicciones de estas historias hacen imposible una línea
temporal absoluta, sí puede discernirse una cronología aproximada. La historia
mitológica del mundo puede dividirse en tres o cuatro grandes periodos:
- Los mitos de origen o
edad de los dioses (teogonías, ‘nacimientos de los dioses’): mitos
sobre los orígenes del mundo, los dioses y la raza humana.
- La edad en la que hombres
y dioses se mezclaban libremente: historias de las primeras
interacciones entre dioses, semidioses
y mortales.
- La edad de los héroes
(edad heroica), donde la actividad divina era más limitada. Las últimas y
mayores leyendas heroicas son las de la Guerra de Troya y sus
consecuencias (consideradas por algunos investigadores como un cuarto
periodo separado)
El Origen
de los dioses
Los «mitos de origen» o «mitos de creación» representan un intento por hacer
comprensible el universo en términos humanos y explicar el origen del mundo. La versión más ampliamente aceptada en la época, si bien un relato filosófico
del comienzo de las cosas, es la recogida por Hesíodo en
su Teogonía. Empieza con el Caos, un profundo vacío. De éste emergió Gea (la Tierra) y
algunos otros seres divinos primordiales: Eros (Amor), el Abismo (Tártaro) y el Érebo.Sin ayuda masculina, Gea dio a luz a Urano (el Cielo), que entonces la fertilizó. De
esta unión nacieron primero los Titanes: Océano, Ceo, Crío, Hiperión,
Jápeto, Tea, Rea, Temis, Mnemósine,
Febe, Tetis y Crono. Tras éste,
Gea y Urano decretaron que no nacerían más titanes, de forma que siguieron los Cíclopes de
un solo ojo y los Hecatónquiros o Centimanos. Crono («el más joven, de
mente retorcida, el más terrible de los hijos [de Gea]») castró a su padre y se convirtió en el gobernante de los dioses con su hermana
y esposa Rea como consorte y los otros Titanes como su corte.
El tema de conflicto padre-hijo se repitió cuando Crono se enfrentó con su
hijo, Zeus. Tras
haber traicionado a su padre, Crono temía que su descendencia hiciera lo mismo,
por lo que cada vez que Rea daba a luz un hijo, él lo secuestraba y se los
tragaba. Rea lo odiaba y lo engañó escondiendo a Zeus y envolviendo una piedra
en pañales, que Crono se tragó. Cuando Zeus creció, dio a su padre una droga
que lo obligó a vomitar a sus hermanos y a la piedra, que habían permanecido en
el estómago de Crono todo el tiempo. Zeus luchó entonces contra él por el trono
de los dioses. Al final, con la ayuda de los Cíclopes (a quienes liberó del
Tártaro), Zeus y sus hermanos lograron la victoria, condenando a Crono y los
Titanes a prisión en el Tártaro.
Según la mitología clásica, tras el derrocamiento de los
Titanes el nuevo panteón de dioses y diosas fue
confirmado. Entre los principales dioses griegos estaban los olímpicos,
residiendo sobre el Olimpo bajo la mirada de Zeus. (La limitación de su número a
doce parece haber sido una idea comparativamente moderna.) Aparte de estos, los griegos adoraban a diversos dioses rupestres, al semidiós
rústico Pan, las ninfas —náyades que
moraban en las fuentes, dríades en los árboles y nereidas en el
mar—, dioses-río,
sátiros y
otros. Además, había poderes oscuros del inframundo, como las Erinias (o
Furias), que se decía que perseguían a los culpables de crímenes contra los
parientes.
Poseidón y Atenea. |